martes, 28 de enero de 2014

Fármacos y enfermedades crónicas

Los que trabajamos con la Odontología Neurofocal tenemos muy en cuenta la historia de vida de las personas que acuden a nosotros: sus miedos, sus antecedentes, sus digestiones, sus amígdalas, sus dolores de cabeza, sus operaciones, sus menstruaciones, sus relaciones personales, sus muelas o raíces incluidas en el hueso, sus problemas para dormir, sus hábitos de comida... y también sus medicamentos.


La medicina de tipo causa-efecto nos recomienda tomar los fármacos para tratar síntomas. Estos tóxicos a veces no dejan pasar la información del sistema nervioso a las células, dando lugar a otras inflamaciones o enfermedades crónicas. Nuestro cuerpo normalmente aguanta muchos tóxicos cuando el sistema de regulación nos funciona bien, pero cuanto más bloqueos en los sistemas de regulación, menos tóxicos podrá aguantar.

No podemos actuar con eficacia con los medicamentos, por ejemplo, en personas con enfermedades crónicas ya que en ellos afectan muchos factores: enfermedades anteriores, medicamentos que han tomado, estrés, derivados del virus o bacterias, metales pesados, problemas del lugar donde viven o trabajan, campos electromagnéticos de su casa (electrodomésticos, WIFI; etc.)

La Odontología Neurofocal  y la Terapia Neural son  una buena alternativa a fármacos ya que se intentan recuperar la capacidad de expulsar tóxicos y con ello, recordar al organismo su mecanismo de regulación o defensa. 

Los niños poseen una gran capacidad para expulsar toxinas, en forma de mocos o anginas continuas habitualmente. Si las tratamos con medicamentos, puede aparecer el mismo síntoma una y otra vez. Debemos dejar que expulsen las toxinas. Para controlar la fiebre, podemos aplicar compresas húmedas, ya que tenemos fiebre para hacer frente a los agentes externos.

De las 3h a 15h es cuando hay más intercambio de alimentos y expulsión de toxinas. Le podemos ayudar al cuerpo haciendo ayuno por la mañana o solo tomando fruta para desayunar. Así, el intercambio será mayor y facilitamos la fase de excreción. En lugar de eso, si tomamos un antiinflamatorio por la mañana, antes de ingerir alimentos, el intercambio disminuye, dando lugar a la proliferación de la inflamación.



En personas que han tomado muchos antiinflamatorios o antibióticos, a veces, se intoxica el organismo y puede estar disminuida o anulada la capacidad de excreción de toxinas y de autoregulación o curación. Esto puede dar lugar a alergias o a enfermedades crónicas. Por lo tanto, debemos tomar fármacos solo cuando es necesario. Ante cualquier síntoma agudo, mejor tratar con terapias naturales y evitar el riesgo de que al final derive a una enfermedad crónica.





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